Este deporte se compone de dos modalidades kyorugi y poomsae.

Kyorugi es un enfrentamiento de cuerpo a cuerpo con dos participantes. Cada competidor usa patadas y golpes de puños para impactar las zonas permitidas del otro jugador con el fin de ganar puntos.

El objetivo del taekwondo es golpear al contrincante en el tronco y la cabeza, específicamente en las zonas marcadas con colores azul y rojo. Las patadas con cierto nivel de potencia que se impactan en el tronco obtienen dos puntos, y si el golpe se logra haciendo una patada con giro se otorgan cuatro puntos.

Los combates se disputan en un área octogonal y con esterillas, que fomenta el juego de pies dinámico, pero también favorece el movimiento evasivo. Es por ello que el deporte exige una gran visión periférica. Los combates consisten en tres rondas de dos minutos cada una, con descansos de un minuto entre ellas.

En el caso del poomsae, la competición radica en una demostración de técnicas de ataque y defensa que simulan una pelea imaginaria. Aquí se califica la esencia y el arte del taekwondo, por lo que se evalúan aspectos como técnicas, expresión de energía, fuerza, armonía y velocidad.